domingo, 23 de mayo de 2010

Intento de diario de un día atípico • Verdades inciertas (parte 2)

Me disculpo con todos los que lean este post, pues ya ha pasado tiempo desde mi pequeño encuentro indeseado y quizá algunos recuerdos sean un poco forzados.

Es increíble como una conversación sin planear modifique todo.

Jueves 6 de mayo

-7:00 / ‹Mierda, el despertador...›
-7:15 / ‹Joder, otra vez... No me quiero levantar›

Empece el día de la manera más nefasta, solo, sin sonidos, y una casa deshabitada. Era mi primer día de reclusión en mi propia casa luego de que tuve una desagradable mañana el día anterior.

Como si hubiera estado en la oficina, me senté en el escritorio a trabajar, me acomode, me conecte al chat y empezó el día, pero algo no estaba bien (obviamente, el lugar no era el mismo y de cierta manera la soledad me hizo sentir un poco extraño), el ruido de las máquinas de la imprenta no se oían, el tipo del parqueo no resonaba en las paredes de nuestro lugar de trabajo y nuevamente me di cuenta de la soledad.

El día voló, constantemente le echaba un ojo al facebook para saber que pasaba en la U, pues sin querer, el mundo se iba a volver ajeno a mi. Los de la EPA seguían tomando el Campus Central y en la oficina todo seguía con "normalidad" en mi ausencia.

Vi el reloj y marcaba las 5 de la tarde más o menos, y quise arreglarme para ir al negocio para ayudar, -‹Y vos ¿a donde vas?›, -‹Al negocio, ¿no vas abrir? › -‹Bien, pero vos te quedas en la casa, cuida a tu papá›. Cualquier señal de vida había desaparecido luego de un corto almuerzo, de nuevo estaba solo, y platicar con mi viejo no era opción, era un muerto en vida tirado en la cama con una tripa plástica que le metía "agua" al cuerpo.

Viernes 7 de mayo

El día es idéntico al anterior, mismas horas, mismas cosas, mismo de todo.

Entre momentos de lucides de mi papá, tenemos conversaciones breves; -‹¿Estas bien?, ¿necesitas algo?› -‹No vos, gracias... me siento un poco averga, esa pastilla pizada me pone algo tarantula› -‹Mmm, te sirvo tu almuerzo›. Las conversaciones se interrumpían por una nausea, hipo, malestar o simplemente la pastilla pizada había surtido efecto en él.

Sábado 8 y domingo 9

Hasta este momento, nada había cambiado. Quería salir, pero sentía cierto temor, quizá por la exageración de mi mamá o por el mal rato que pase el miércoles anterior. Pero ese fin de semana había algo distinto y esperanzador para mi. Mi Yaz iba a llegar a verme, no la veía desde hace una semana y la soledad empezaba a hacerse sentir. ¡Y llego Yaz...! fue algo especial, único y nunca había deseado verla tanto, ella fue el motivo para que pudiera salir aunque sea a tres cuadras de mi casa para poder llegar caminando al negocio.

El domingo llego, y con el de nuevo Yaz, comimos juntos, vimos películas y el tiempo voló incontrolable en su camino, eran las 7 de la noche y un poco más, no la pensaba dejar ir, no pensaba amanecer de nuevo el lunes en una casa vacía. Llego el taxi y la tuve que ver partir, se fue.

Lunes 10 de mayo

Día de las madres y por fin tenía compañía, El Chinche no tenía clases y aunque sea pudimos ver por ratos tele. Mi mamá en un desayuno y yo sin regalo, sin dinero y con un encierro que me empezaba a devastar. Mi regalo fue un abrazo y un "te quiero mucho".

Martes 11 de mayo

Con ciertos nervios empece el día. Me iban a quitar las cordales y por haber presenciado varias veces como era el procedimiento tenía miedo de que fuera a sentir dolor. Llegue al dentista me dieron una pastilla y no recuerdo más que pinchones en mi boca y al despertar una desorientación y sueño. A partir de este momento mi vida se volvió plana, la relación personal termino, no había más compañía que la tele, el sillón y la cama. La gelatina y la sopa se convirtieron en un todo absoluto.

Este día inicio un segundo ciclo de mi encierro forzado, un encierro de convalecencia. Inflamación, dolor, sabor a sangre en la boca y el deseo se convirtieron en una constante diaria, sin olvidar la gelatina y el hielo en la cara.

Los días transcurrían pero yo sentía eterna esa existencia, de un momento a otro la soledad se volvió absoluta, mi papá fue internado y de mañana a noche era algo más de la casa. A veces no tenía ni el animo de bañarme; llamadas furtivas de uno que otro amigo y de Mi Yaz se volvieron en un cierto alivio.

Sufrí de cierta confusión, quería que todos preguntaran por mi y me llamaran, pero no quería saber de nadie, quería que me llegaran a consolar y me dijeran Pero si no te miras tan mal... pero no quería que me mintieran, sabía que me veía como un "hush puppie" anormal, tenía un cachete más enorme que el otro.

Las pocas visitas que tuve (de Yaz) fueron reconfortantes e igual que el domingo, era imperdonable dejarla ir, pero se fue otra vez. Sinceramente ahora que recuerdo, los días los confundo unos con otros, sinceramente los tiempos de comida no los puedo diferenciar, todas eran iguales, y sobre todo, sinceramente me estaba empezando a deprimir de estar preso, porqué harto ya estaba.

Extrañamente de esto, ya casi un mes que en carne propia se sintió una eternidad.

jueves, 20 de mayo de 2010

Ideas y creatividad

¿De donde surgen las ideas? Este es un pequeño diagrama de de donde y cómo surge una idea en general, y 5 pasos escenciales para tener y procesar ideas creativas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Intento de diario de un día atípico (parte 1)

Esto es un tipo de crónica de un echo que hizo un cambio, fui parte de la estadística de inseguridad y de poco razonamiento que tiene la mayoría de gente de nuestro país. Es un tanto difícil el poder escribir sobre temas así, no por el recuerdo, más bien... porque se que escribir, pero no se como describirlo.

Este es mi intento de diario de un día atípico.

Miércoles 5 de mayo

-7:00 / ‹Mierda... ya sonó el despertador›. Me levanto, lo apago y me vuelvo a recostar, 15 minutos más tarde vuelve a sonar otra alarma. ‹Joder, otra vez›. Me levanto echando rayos y centellas, tomo mi toalla, me dirijo al baño y me entro a bañarme. El agua choca contra mi piel y me empiezo a dar cuenta que se hizo tarde, si, otra vez. Salgo voy a mi cuarto para cambiarme, busco la llave del closet y empiezo a tirar la ropa que me voy a poner sobre la cama, el par de calcetines, el boxer, no encuentro un pantalón que me convenza y me decido por el del día anterior pero me topo con otro dilema mayor; no se que playera ponerme. Reviso entre los dos bloques, ninguna me parece. Finalmente hay una: ‹Aunque sea esta que le huevie al Morsa›. Una playera roja del FMLN, que no es de mi talla, pero no me importa, de todas maneras me siento cómodo.

Tomo mis audífonos (algo casi imposible de olvidar para mi), mi agenda negra con una tela típica y corro a la refri por mi almuerzo y lo coloco en mi lonchera, únicamente pues tengo la esperanza de que los compañeros del EPA sigan con la U tomada. -‹Adiós Luz, te veo en la tarde...› me despido de mi mamá y al fondo oigo que me grita que no le diga así, que la respete, me causa risa.

Salgo como todos los días pidiendo que pueda tomar un bus que me lleve a la 10a. avenida de la zona 1. Como cosa rara se me hizo, una "décima" venía saliendo, el mismo bus en el que me regrese la tarde anterior luego de que nos comimos una hamburguesa con Yaz. Abordo el bus y busco un lugar para sentarme y poder oír música, pues la camioneta como cosa rara no lleva estridente ruido intentando ser música. Lo encontré, casi al final, cerca de la puerta de atrás y como costumbre me senté pegado a la ventana. Saco los audífonos pero jamás los conecte, los lleve en la mano todo el tiempo.

Sale la camioneta con el "brocha" en la puerta gritando décima, décima, Parroquia, Parque Colón a la décima. Se estaciona el bus frente a los bomberos y pensé ‹Puta, este ya se va a echar un su buen rato aquí, por lo menos... no es tan tarde como ayer›, sonreí.

Sentí unas punzadas de unos dedos en mi hombro y creí que era alguien conocido, ‹De plano, el Marvin o el Pichi... quieren que les lleve las cosas›. Y vi un tipo jadeando de haber corrido al bus para poder subirse, sosteniendo su playera en la mano izquierda y la derecha señalandome amenazadoramente -Mira cerote, solo algo te voy a decir, deja de chingar a mi "carnala" porqué te va a llevar la gran puta. Calmate y deja de molestarla porqué si no me las vas a pagar. Me desconcertó y por unos segundos no sabía que pasaba ni que me estaba diciendo. Nadie se movió, nadie dijo nada, todo pasaba como si nada estuviera pasando. -Mano, no se de que me estas hablando, me estas confundiendo, le respondí volteando a ver. Se exalta más, -mira, no me digas nada porqué sabes que estoy diciendo, solo eso te digo, deja de joder porqué vas a comer mierda. Mi prima me dijo...... Le deje de entender pues se le oía sofocado por la corrida. -Mano, me estas confundiendo, si queres te enseño mi cédula, me estas confundiendo. Se exalto aún más, y en ese momento entendí que pasaba y me empece a llenar de algo tan humano y que no había experimentado hacía ya un buen rato... Miedo y temor por mi vida, -a mi me pela la verga, solo te digo, que si seguis chingando yo mismo te voy a llegar a traer.

Se reincorporo, pense que me iba a disparar o por lo menos pegarme, pero me dio la espalda frente a mi sillón como pavoneando. Un tatuaje de letras góticas coronaba su espalda "ESMERALDA". ‹Puta, ¿¡qué pasó!?, me esta confundiendo... ¿Acaso no se dio cuenta?, perdónalo Señor, y cuidame... cuidame... este pisado me va a matar. Quizá viene alguien más con playera roja y no vio al que era. Mierda, no, solo yo vengo con playera roja. Quizá ya se bajo y se dio cuenta que no era yo. ¡Puta, ahí esta todavía!›. El tipo se había movido hacía la puerta y estaba hablando por teléfono y no me quitaba la mirada de encima, -Aló, ¿donde estás? Va, vivo te quiero, vivo te quiero, yo ahorita llego en moto... se percato que lo estaba oyendo y hablo más quedo para que no oyera. ‹Mierda... ¿que estará hablando?, pero se que es de mi, joder›. Hizo unas llamadas más, no le contestaban ninguna y yo sentía cierto alivio. Finalmente se bajo, pero eso no me tranquilizó, más bien me alarmo más. ‹¿Por qué se bajo? si me andaba buscando supuestamente... Peor si se va a subir otro cerote, al que llamo...› Empece a ver para todos lados que no viniera nadie que me estuviera observando, así fue desde la entrada a San Rafael hasta la 10a. avenida y 5a. calle del "centro". Me baje de la camioneta y casi corriendo llegue hasta la oficina, entre y sentí alivio.

Subi los tres niveles y Wendy estaba en su escritorio, -¡¡¡¡Machucado....!!! mano, y ¿vos que tenes...? Doña Ruth estaba barriendo y no quería que se enterara, espere que saliera y conteniendo las lágrimas le conte. Me deseó lo mejor y me dio la bendición de Dios. Pensaba decirle a Maco y hacerle saber que iba a dejar de llegar por unos días, así fue y accedió. Pase el día completo en silencio. Llame a un taxi de confianza para que me llegara a traer y llego a la hora acordada, subí, y me dijo que una amiga de mi familia y muy intima amiga de mi mamá quería que la fuera a traer y compartimos el taxi. Entre a mi casa, le conte a Yazmín que habia llegado sin novedad pero si con miedo y llame a mi mamá para contarle y mi papá no oyera. No paraba de hablar y de decirle todo lo que había pasado cuando me interrumpió, -¿Tenes miedo mijo?, estas asustado ¿verdad?. Fue con la única que no me pude contener, llorando y entrecortado respondí. -Sí, tengo miedo... y temo por mi vida mami. Me abrazó y me dijo, quedate hoy en la casa, no vayas al negocio.

Este día iba a marcar el resto de lo que quedaba de la semana.

Quizá en el relato se me haya ido varias preguntas que varias personas hicieron, como ¿y quien era?, ¿ya lo habias visto antes?, ¿por qué te dijo eso?, ¿y quien es la chava?, pero no son necesarias para dar a entender que no tengo ni la más mínima idea de la respuesta a las preguntas más que un simple, no se.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Yo soy tu sangre...


"Pitufo.... ¿Como estas?, hola Enano, Que tal Campeón" Eran los saludos habituales entre mi papá, El gran Hugo Alejandro Guillén Gamas, y yo, el Pitufo (el primero de tres varones). Aquel enérgico hombre, lleno de jocosidad, bromas, una que otra loquera, amor por su esposa fue un gran ejemplo, es un gran ejemplo y con orgullo puedo decir va a ser mi gran ejemplo. (Este es un pequeño homenaje a la imagen que tengo de ese gran hombre.)

El recordar como cuando con sus tragos llegaba a la casa ponía música y con aquella fuerza tan paternal me estrechaba en sus brazos y dábamos vueltas en toda la sala, yo con mi corta edad, sentía que era un campo enorme y yo iba dentro de una gigantesca rueda que me protegía. O aquellos momentos en piscinas donde me decía: -Papi: Agarrate de mis hombros y no vayas a abrir la boca. -Yo: Si papi..... Y chipluc, se sumergía y yo entraba en aquel mundo submarino aferrado firmemente a los hombros de mi papá, yo sentía que eran kilómetros de kilómetros.

En mi casa siempre fue el payaso y el alegre con las visitas, aunque con un porte de el más enojado sobre la tierra, mi papá siempre recibía a mis visitas con un "Que putas mucha. Entren, entren sientanse como en su casa, que este cerote del José los atienda" jejejeje, ahhh este mi viejo.

Claro no pueden faltar las cueriadas y una que otra "puteada"...... no todo era risa y jolgorio. Supo corregirme, firme y justo... y pues por eso le doy mil gracias a mi papá.

Los domingos en los que todos éramos patojos y nos reuníamos en Guajitos, no hacía falta que el llegara a jugar fut con nosotros al salón y al bajar donde estaban todos, llegáramos uniformados con unas grandes lineas y manchas de sudor mezcladas con un toque de tierra. Hey y como olvidar aquellas noches que se ponía como todo un niño a chamusquear con todos los chirices de la cuadra, y ya entrado yo en la adolescencia llegaran mis amigos a buscarme y todos jugando cincos y mi papá tirado en la tierra les dijera: "Vengan cerotes, vengan a jugar cincos, aca les voy a dar". jejejeje, tan explícito que es para hablar.

Inevitablemente el tiempo pasa y los dos crecimos, el en experiencia y edad, y yo en estatura y pubertad. Deje de ser el pitufo, el enano, pero a pesar de...... el siguió ahí, tan enérgico, tan paternal, tan él, tan mi papá. Para ser sinceros no hemos tenido la mejor de las relaciones, pero, siempre ha existido una conexión mística entre el y yo, el sabía perfectamente cuando algo me afectaba y necesitaba de su palabra y cuando concluía no faltaba el "Puta mano..... vos no te ahueves.... tranquilo, y buzo siempre" jejejeje, tan típico de el. Y yo ya un poco más grande, tuve la dicha de compartir más con el, de platicarle y que me oyera, incluso hasta una borrachera pudimos compartir, que por cierto mi mamá no quería que volviéramos a salir juntos... JAJAJAJA la hubieran visto, estaba que echaba rayos y centellas, solo LINDO no me dijo, y la verdad.... me lamento no haberlo echo antes.

Ahora, después de ver siempre a mi papá como el más fuerte, el más contento, el más chilero de todos..... lo miro postrado en una cama enfermo de trabajo y penas para que nosotros su familia podamos estar bien. Ya no hay carcajadas, ya no hay bromas, se acabaron las palabrotas en la sala... ahora ya no me preocupa que me diga pitufo o enano, me preocupa que lo pueda volver a ver sonreir... y con lágrimas ahora entiendo perfectamente la canción que dice:

Es un buen tipo mi viejo
que anda solo y esperando
tiene la tristeza larga de tanto venir andando

yo lo miro desde lejos
pero somos tan distintos
es que crecio con el siglo
contra en via y vino tinto

viejo mi querido viejo
ahora ya camina lerdo
como perdonando el viento
yo soy tu sangre mi viejo
soy tu silencio y tu tiempo

Papi, gracias por ser vos....